Marilyn Monjoe (2013)
Joe es un ícono para mí. No por ser un intelectual importante en Colombia, sino por el simple hecho de ser mi Joecito; el que, por ejemplo, me llama a las once de la noche un lunes para saber cómo estoy. Joe me aguanta. Y acepta mis locuras. Hicimos esta foto para una clase sobre fotografía en estudio. No es lo que más me gusta. Por eso entendí que la única manera de que yo me divierta en un estudio es con Joe. Wally, uno de sus hijos, al ver esa foto comentó que su padre no sería recordado por sus traducciones o sus biografías sobre Camilo Torres o el Cura Pérez, sino por haber posado como Marilyn. Y todos, incluido Joe, nos cagamos de la risa.
Junio de 2015
Edición No.164
Publicado en la edición
No. 120Durante tres décadas, Wislawa Szymborska escribió una columna en el periodico polaco Vida Literaria. En ella respondía las preguntas de personas interesadas en escr [...]
Publicado en la edición
No. 77¿Y al doctor quién lo ronda? Pues lo ronda, entre otras cosas, una peligrosa tentación en la que muchos caen. Ésta es la impresionante crónica de un anestesista que [...]