Columna
Con la aprobación de la Ley de Víctimas han surgido una serie de preguntas morales alrededor de las víctimas. El autor enuncia algunas.
© Jim Cohen | Corbis
Colombia está de fiesta por la Ley de Víctimas que en estos días se está aprobando en el Congreso y que el presidente Santos presentó en medio de una nube de alabanzas y rodeado de sobrevivientes de veinte genocidios perpetrados alrededor del mundo.
La fiesta en realidad se justifica por comparación con el cinismo –o al menos la indolencia– y la cicatería del gobierno Uribe. Con los pretextos de que no había plata y de que reparar a las víctimas de agentes del Estado era admitir que el Estado es criminal, Uribe hundió el proyecto que la Cámara había aprobado en mayo de 2009. Pues ahora Santos revive el proyecto y además lo mejora al adoptar muchas de las observaciones técnicas que los expertos habían formulado.
Pero el debate en el Congreso y en los medios se ha reducido precisamente a las cuestiones de técnica jurídica, contable y administrativa. A cómo no salirse del Marco Fiscal de Mediano Plazo, a si la devolución de tierras debe o no ser parte de esta ley, a cuál es el alcance del “enfoque diferencial” y a otros muchos asuntos importantes que solo logran entender los iniciados. Y este hablar de los árboles ha servido para tapar el bosque o para no ver las preguntas morales que una sociedad tendría que contestar ante sus víctimas. Enuncio algunas a manera de decálogo:
1. ¿Quién responde por la guerra? “La guerra es el infierno”, dijo Sherman, y el que declara una guerra injusta es responsable de todos los horrores que sigan. Los guerrilleros no son jóvenes románticos: fueron aventureros que nos lanzaron a una guerra injusta. Las autodefensas no son campesinos agredidos: son criminales que adelantan una guerra privada y por lo mismo injusta. Una vez que ellos paguen las penas que merecen, las víctimas podrían perdonarlos. Pero moralmente no tienen derecho a seguir siendo parte de la vida pública.
2. ¿Quiénes son las víctimas? Dice la Ley que las personas cuyos derechos hayan sido violados como consecuencia del conflicto armado o de “infracciones al Derecho Internacional Humanitario”. Pero en este conflicto degradado y complejo hay fronteras borrosas y cambiantes (¿las “bacrim” son actores armados o delincuentes comunes?; ¿y lo...
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Columnista de El Malpensante. Es también director de la revista digital www.razonpublica.com.
Diciembre de 2010
Edición No.115
Publicado en la edición
No. 193De manufactura muy diversa, pero igual de encantadora, este trío de ensayos aborda la música, el cine y el sentido del gusto (incluyendo el gusto por el arte) con un ingenio prodigioso. [...]