Literatura
Están en todas partes. Son muchos. Los aqueja un mal indefinible. ¿Qué son? ¿Para dónde van? ¿Qué fuerza superior orienta sus pasos?
© Lalo Borja
Una, o alguna, o todas estas cosas pasaron, nos pasaron.
Éramos jóvenes, o éramos adolescentes, o éramos unos niños. En el asiento trasero del auto, durante las vacaciones familiares (mientras afuera pasaban el mar y las pampas, los ríos y las montañas, el sol, los lagos); o a la sombra de los árboles que rodeaban la piscina del club (mientras los demás niños hervían en un magma de juegos histéricos); o en las largas tardes del invierno sobrecogedor de los pueblos de Colombia, de Venezuela, de México, de Chile; o en cuartos de pequeños apartamentos, en medio del cemento de las ciudades, leíamos: a Emily Brontë, a Ray Bradbury, a Gustavo Adolfo, a Lorca, a Dickens, a Mark Twain. Éramos jóvenes, o éramos adolescentes, o éramos niños, y en el cobijo silencioso de nuestros cuartos se superponían las capas tectónicas de nuestro descontento: una foto de Rimbaud, una copia en VHS de Der Himmel über Berlin, una pequeña colección de libros –disímiles, disparatados–: La Ilíada y Veinte poemas de amor, Drácula y La metamorfosis.
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http://www.elmalpensante.com/articulo/2984/el_sindrome
Y seguiremos siendo hasta que la tinta se acabe, que bonito escrito...
Excelente, completamente identificada...
Bellísima inspiración...
Periodista y editora para el Cono Sur de la revista Gatopardo. Su último libro, 'Una historia sencilla', fue publicado en el 2013.
Octubre de 2013
Edición No.146
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No. 216En este diario de clase sobre el erotismo literario brasileño, un joven periodista cuenta sus intentos para presentar algunos de sus poemas a la profesora e investigadora Eliane Robert Moraes. [...]