Política
Libia se dejó llevar por las promesas de la Primavera Árabe. Ahora que ya no está Gadafi, los revolucionarios luchan a diario para no caer en la desilusión.
© Ron Haviv | VII | Corbis
En los días que siguieron a la revolución libia, en la que un levantamiento popular acabó con 42 años de gobierno de Muamar Gadafi, el país estaba cargado de esperanza. Yo nunca había estado en un país suspendido tan poderosamente entre el optimismo y los malos presentimientos. La gente se unía, decidida a construir instituciones responsables y democráticas. A lo largo y ancho del vasto paisaje surgían publicaciones periódicas, clubes, sociedades, organizaciones no gubernamentales y de beneficencia que revelaban la vitalidad de una sociedad civil largo tiempo ahogada bajo la censura y la violencia.
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De origen libio, pasó su infancia en Trípoli antes de exiliarse con su familia en 1979. Su libro Solo en el mundo ha sido publicado en 22 idiomas.
Septiembre de 2014
Edición No.156
Publicado en la edición
No. 212Una miniatura de lo que pasaba en varias zonas del país durante los años setenta: el autor de esta crónica personal y sus sobrinos ideaban maneras cotidianas de domesticar y afron [...]