Algunos nos llamarán oportunistas —y quizá tengan razón—, pero en vista de la avalancha de noticias que se han publicado últimamente sobre el despilfarro de las regalías en Colombia, creímos oportuno y conveniente insistir en una campaña lanzada por esta revista hace unos meses, la cual había quedado en suspenso. Hablamos de la idea de que se reforme lo que se tenga que reformar, incluso la retaceada Constitución de 1991 (“el homenaje a Frankenstein”, como dice algún amigo bocón) para que más que lícito se vuelva obligatorio gastar estos cuantiosos recursos de una manera menos perversa. Por ejemplo, destinando el 20% del total a promoción de la ciencia y la investigación aplicada y otro 20% a las diferentes artes. Ambos sectores, no sobra reiterarlo, hoy en día se ven obligados a mendigar recursos a diestra y siniestra.
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Marzo de 2007
Edición No.77
Publicado en la edición
No. 203Dossier de Ficción [...]