Encargamos a Santiago Guevara, un ilustrador joven pero veterano en nuestra revista, hacer la portada de este número. Queríamos que contara una historia futbolera. Santiago nos entregó un alud de bocetos que hubieran servido para ilustrar un libro, así que pasamos por un dilatado proceso de enamoramiento y desamor con muchas de esas imágenes, para finalmente quedarnos con dos que ajustaríamos como portada y contraportada. La primera escena muestra unos niños que huyen después de romper con su pelota la ventana de un bar donde unos adultos ven un partido de fútbol; la segunda, muestra a los delincuentes detrás de una pared, escondiéndose de los adultos que los buscan. Una vez escogidos los bocetos, Santiago nos envió siete u ocho desarrollos alternativos de la imagen, incluyendo innumerables variaciones en cuanto al tipo de dibujo y la coloración. Perplejos por la cantidad de la oferta, de alguna forma tomamos una nueva decisión, sobria pero deslumbrante: nos quedaríamos con una versión en blanco y negro de alto contraste.
Pero Santiago, en busca de nuevos rumbos estilísticos y de hacernos la vida imposible una vez más, nos siguió enviando interpretaciones de la imagen primitiva, cada vez con un tratamiento tan diferente que lo que nos llegaba era, en esencia y pese a reproducir el mismo juego de escenas, una nueva obra. Un set de ilustraciones nos volvió a engatusar tanto como la versión en blanco y negro, que ya teníamos lista para enviar a la imprenta. Eran las tres de la madrugada y la imagen había llegado al WhatsApp de cierto miembro de nuestro equipo que tiene el sueño liviano. Así que, para recompensar la testarudez del talentoso ilustrador y sacárnoslo de encima, decidimos publicar dos cubiertas alternativas. Usted tiene en sus manos alguna de las dos: una en blanco y negro, muy de cómic en su estilo de dibujo y su detalle, u otra con una paleta de naranjas y azules, menos estilizada y de una línea más sinuosa e inquietante.
Junio 2018
Edición No.197
Publicado en la edición
No. 210No es lluvia todo lo que cae del cielo. [...]
Publicado en la edición
No. 215¿Existe propiedad sobre un cadáver? Las almas abandonan los cuerpos y los dejan en un limbo jurídico en el que familiares, forenses y científicos se pelean por su parte del [...]