Tomás Uprimny Añez

Fue desde una soledad demasiado ruidosa que Julio Ramón Ribeyro logró escudriñar en el corazón de las cosas y escribir varios de los cuentos más memorables de la literatura latinoamericana. Perfil de un fumador compulsivo, un diletante del dibujo y la acuarela, y un hombre del tamaño de lo que veía.

Con la mirada adecuada, los libros homéricos pueden convertirse en un oráculo para entender la convulsa realidad colombiana de los últimos meses, en especial los recientes hechos violentos que ponen a prueba la compasión, esa poción mágica que se bebe con los ojos para devenir en otro.