Punto y coma de moda

Tenedencia en redes

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Enero 27 2021

Ilustración de Santiago Guevara

 

Hace unas semanas las redes malpensantes se vieron en el ojo del huracán. Recibimos comentarios agresivos, lecciones interesantes y opiniones diversas. Algo a lo que estamos acostumbrados desde el inicio de la revista. Para los que no alcanzaron a ver los estados, los trinos y las imágenes de Instagram, compartimos y contextualizamos el debate en pocas líneas.

El 30 de julio publicamos en Twitter e Instagram el siguiente fragmento de Un hombre sin patria de Kurt Vonnegut: “Aquí tienes una lección de escritura creativa: no uses el punto y coma. Es el hermafrodita travestido que no representa absolutamente nada. Solo demuestra que has ido a la universidad”. En el hilo del trino planteamos la pregunta: “¿Qué dicen ustedes?”. El resultado, como ya mencionamos, fue un alud de mensajes a nuestro buzón. Varios, la mayoría, los publicamos sin filtro. Luego incluimos en el hilo del debate esta cita de Carlos Álvarez Garriga: “Ramón Gómez de la Serna (quien decía que la muerte es el punto y coma de los creyentes) salió de un gravísimo estado de coma y cuando le preguntaron cómo se sentía murmuró: ‘El coma no mata, tampoco el punto y coma; lo único que mata es el punto final’ ”. Este es un fragmento de “Elogio (y elegía) de los signos de puntuación” publicado en El Malpensante nº 132.

El debate estuvo movido, lleno de perspectivas. Tanto que un grupo de teóricos nos criticó el haber restringido y viciado la cita de Vonnegut al sacarla de contexto (extraer una cita del texto que la contiene es algo peligroso y en extremo reprochable). Nosotros, por otro lado, terminamos con las costillas rotas de tanto reír. Gracias por sus mensajes. Ha pasado un tiempo desde lo de la discusión, pero aún tenemos material. Por eso, para que la cosa siga en estas páginas o en la calle, lo compartimos:

 

“La coma, esa puerta giratoria del pensamiento”, Julio Cortázar.

 

 “Punto y coma: colmo de la cursilería; oponerse siempre”, Gérard Genette.

 

“Provisoriamente, no me interesa la ciencia ficción, ni la literatura infantil, ni la puntuación”, Francis Bacon.

 

 “En ninguno de sus elementos es tan musical el lenguaje como en los signos de puntuación. Coma y punto corresponden a finales o semifinales. Los signos de exclamación son como silenciosos golpes de platillos; los signos de interrogación son modulaciones de frasco hacia arriba o hacia abajo; los dos puntos son acordes dominantes de séptima; y solo percibirá suficientemente la diferencia entre la coma y el punto y coma aquel que conozca el peso diverso del fraseo fuerte y el fraseo débil en la forma musical”, Theodor Adorno.

 

“Kurt Vonnegut dijo que Hemingway se suicidó poniendo punto final a su vida porque ‘la vejez se parecía demasiado a un punto y coma’ ”, Carlos Álvarez Garriga.

 

“Los dos puntos abren la boca: ¡ay del escritor que no sepa saciarla!”, Karl Kraus.

 

Y, para finalizar, esta joyita de Magnate & Valentino, dúo de poetas de comienzos de este siglo: “Y no sé si pusiste punto final a lo que juntos tratamos de formar. O una coma para tiempo tener, si eres capaz de en este hombre creer”.

 

Un bravo para las lumbreras que reconocieron el “lugar de enunciación” del último aforismo.

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