Las correas de Alejo

Álbum del vallenato colombiano

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Enero 27 2021
Las correas de Alejo

 

Es 30 de abril de 1968, final del primer Festival de la Leyenda Vallenata. El Negro Alejo toca su instrumento en una posición notoriamente incómoda, con la cara ladeada y tiesa, como una marioneta abandonada a su suerte. La razón: segundos antes se soltaron los tornillos de las correas que le ayudaban a sostener el acordeón. El Negro, sin embargo, no dejó caer el aparato y sostuvo la parranda. Dicen que dijo: “Con correas o sin correas, yo los sigo complaciendo a ustedes porque a eso vine”. Esas palabras hicieron el delirio de la gente y le dieron muchos puntos del jurado. Como todos saben –y si no, deberían–, esa noche Alejandro Durán fue coronado como primer monarca del vallenato. Y como todo rey, despertó envidias. En ellas se ancla la teoría de que fue el mismo Alejo quien, de avispado, aflojó los tornillos de las agarraderas del acordeón, para así tener la oportunidad de dar ese discurso que conmovió a todo Valledupar; también, en las rabias que insufló la corona se inspiran quienes acusan a Durán de haber sido elegido Rey por el beneplácito de otro: el doctor Alfonso López Michelsen, quien al costado derecho de la foto apenas asoma su nariz cerca de la oreja del maestro Rafael Escalona, de elegante traje negro. Esa supuesta palanca se basa en que era conocido el favoritismo de Michelsen –primer gobernador del Cesar, departamento en ese entonces recientemente fundado– por Durán. Pero también hay quienes defienden el talento de Alejo y aseguran que la mediación de quien unos años después sería presidente de Colombia fue mínima, tanto como su injerencia en esta foto.

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