Gastronomía
En pocos años, un vertiginoso ascenso ha otorgado protagonismo mundial a los chefs. ¿Cómo fue que en tan poco tiempo estos artesanos del fuego se convirtieron en estrellas mediáticas?
© Chris Terry. Getty images. Contour
La escena es la siguiente: un congreso profesional al que se accede por invitación, acreditación de prensa o pagando los 400 euros que dan derecho a la credencial de “congresista”. Uno de los miembros más ilustres del gremio convoca una conferencia de prensa para la cual se encuentran –nos encontramos– acreditados unos 200 periodistas y en la que comunica que en 2012 dará un parón a su carrera profesional para reflexionar e investigar durante dos años, tras los cuales volverá y atenderá al público “de alguna forma”. Entre otras cosas, la rueda de prensa busca zanjar los rumores acerca de su retiro: “Es verdad que pensé retirarme. Mi primera decisión fue dejarlo todo en 2012. Pero una persona me hizo ver algo: mi compromiso con mucha gente. No quiero dejar en la estacada a mi equipo ni a la cocina española. Seguiremos trabajando. Nuestro reto sigue siendo la creatividad”. La noticia, minutos después, se encuentra en la portada digital de los principales medios generalistas del mundo: El País, The New York Times, The Guardian, Le Monde, Die Welt, Il Corriere della Sera. De pie a mi lado, una periodista argentina que ha estado tomando notas y ha levantado la mano en dos ocasiones para interrogar al culpable de nuestra presencia en esa sala me pregunta: “¿Convocarías una rueda de prensa para anunciar que te tomas un par de años?”. La respuesta es casi ridícula de puro obvia: “Yo no, pero yo no soy Ferran Adrià”.
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Es periodista y editor. Su trabajo ha aparecido en distintos medios de América Latina, Europa y Estados Unidos. Es autor del blog nohemosentendidonada.com y del libro No hemos entendido nada: Qué ocurre cuando dejamos el futuro de la prensa a merced de un algoritmo (Debate, 2018).
Marzo de 2010
Edición No.106