Dossier: Hilando Vidas y Esperanza

¿Qué está pasando con la salud mental de las víctimas del conflicto armado en Colombia tras la firma de la paz? Este especial, una alianza entre El Malpensante y el Programa Hilando Vidas y Esperanza de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), retrata la forma en que los habitantes de varias regiones horadadas por la guerra están cosiendo con luz sus heridas tras esa noche oscura de la violencia.

POR Varios Autores

Abril 24 2023
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Introducción

 

El sonido de las gaitas y tamboras volvió a ambientar los paisajes de los Montes de María. La sabiduría ancestral de los pueblos étnicos corre revitalizada en la voz de los jóvenes en las montañas del norte del Cauca y los ríos del Pacífico. El río Cauca, que nutre el oriente de Colombia desde el sur hasta el norte de Antioquia, se impone gracias a la resiliencia de personas y comunidades que, a su orilla, han sobrevivido al conflicto armado en Colombia.

Por décadas, las víctimas del conflicto encontraron formas de resistir pacíficamente a la violencia que se ejercía a su alrededor, de elaborar sus duelos y de mantener a flote sus proyectos de vida. Hoy, tras la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno de Colombia y las que fueron las Farc, algunas de sus heridas han empezado a sanar. Sin embargo, las afectaciones de un conflicto tan largo y complejo aún comprometen su bienestar psicosocial y su salud mental. 

De hecho, según el Consejo Nacional de Política y Economía Social (conpes) 3726 de 2011, tres millones de víctimas en Colombia necesitaron acceder en aquel momento, a través del Programa de Atención Psicosocial y Salud Integral, a la medida de rehabilitación psicosocial y al componente de salud integral que se enlaza con otras dimensiones de la rehabilitación, como la física y mental. Gracias a los esfuerzos del gobierno nacional, cerca de un millón (863.777 personas a diciembre de 2020) ya ha accedido a dicha medida; sin embargo, el reto aún es grande. 

 

 

Hilando Vidas y Esperanza de USAID y OIM

 

Con el fin de contribuir a atender el desafío que enfrenta la institucionalidad en Colombia, nació en 2021 el Programa Hilando Vidas y Esperanza (wlh, por sus siglas en inglés), una iniciativa de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, usaid, que está siendo implementada por la Organización Internacional para las Migraciones, oim. 

El programa busca mejorar la salud mental de los sobrevivientes del conflicto por medio del acceso a servicios de atención psicosocial y rehabilitación física, la reconstrucción del tejido social, la generación de oportunidades productivas y el fortalecimiento de las capacidades de comunicación en quince municipios históricamente afectados por la violencia y priorizados en los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial, pdet. Dichos territorios están localizados en tres de las regiones de Colombia que más han sufrido por el conflicto armado y que comprenden los departamentos de Antioquia, Sucre, Bolívar, Cauca y Valle del Cauca.

Allí, wlh trabaja con un enfoque de desarrollo inclusivo que entiende que cada persona y comunidad, con sus contextos, experiencias e identidades particulares, desempeña un papel fundamental en la transformación de su propia realidad y de la realidad de nuestra sociedad. Es así que usaid y oim han trabajado durante un año de la mano de estas quince comunidades para promover su resiliencia comunitaria e impulsar transformaciones sociales para la convivencia pacífica y la construcción de paz.

Este trabajo se ha hecho bajo la premisa de que la salud mental es un tema con muchas aristas, con una visión amplia que no se limita a enfermedades o trastornos mentales. La salud mental también tiene que ver con la cotidianidad de las personas, con sus relaciones, con el territorio que habitan, con su capacidad de agencia y con la posibilidad de vivir dignamente, de disfrutar su cultura a pleno y de acceder a sus derechos. Por eso, los componentes bajo los cuales trabaja el programa responden a estas necesidades, y atienden de forma priorizada los elementos que las mismas comunidades consideran necesarios para sanar, para reconstruir sus tejidos sociales, para mejorar su calidad de vida y ampliar las posibilidades de futuro de los más jóvenes.

En más de un año de implementación, wlh ha trabajado con el gobierno de Colombia para fortalecer las políticas públicas relacionadas y el acceso a servicios de salud mental y rehabilitación física en estas regiones por medio, por ejemplo, de la adecuación de salas para consultas remotas de psiquiatría y psicología, o del establecimiento de servicios de rehabilitación en hospitales públicos. En 2022, el Programa wlh apoyó a quince municipios en el diseño e implementación de sus políticas públicas de salud mental y prevención de consumo de sustancias psicoactivas a través de procesos colaborativos y participativos. Siete de ellas ya fueron aprobadas. Además, ha vinculado a otros sectores, como la academia, para fortalecer la formación de los profesionales y contribuir a la investigación sobre el bienestar psicosocial en el posacuerdo y la pospandemia. 

Por otra parte, el programa implementó una estrategia de intervención psicosocial comunitaria, llamada “Hilando Juntos”, la cual fue adaptada a las necesidades de cada comunidad para brindarles a las personas herramientas que ayuden a sanar heridas causadas por la violencia como la desconfianza, el miedo o la imposibilidad de hablar de sus emociones y su pasado. Por medio de diálogos comunitarios, las personas de estos territorios han encontrado lugares seguros para tramitar su dolor y celebrar la resiliencia con la que han afrontado los dolores del conflicto.

wlh también entiende que no es posible hablar de salud mental si no existen los medios de subsistencia para que las personas y familias lleven una vida digna. Por eso también se ha trabajado para fortalecer los diferentes emprendimientos y formas de economía local que, en muchos casos, fueron impactados por la presencia de los grupos armados en estos territorios, comprometiendo los medios de vida de las comunidades y el desarrollo local. 

Por último, el programa trabaja en la construcción de una cultura de paz y del fortalecimiento de la cohesión social por medio de iniciativas que celebran la cultura local, brindan herramientas tecnológicas para cerrar la brecha digital y promueven habilidades para la comunicación no violenta y para la cocreación de campañas que permitan visibilizar las acciones de paz, liderazgo y cuidado ambiental de las comunidades.

 

 

Historias para una invitación

 

En el marco de su segundo año de trabajo, el Programa Hilando Vidas y Esperanza quiere invitar a los lectores de la revista El Malpensante a que se sumen a esta amplia conversación sobre la importancia de la salud mental, que es fundamental en las ambiciones de paz que tenemos como nación. 

Aquí encontrarán historias de personas valientes que están transformando sus realidades. Queremos que sean testigos de la forma única como el pueblo nasa entiende la salud mental y la sanación territorial, y que conozcan las nuevas relaciones que se están tejiendo a orillas del río Cauca entre hombres que por años enterraron sus dolores, y entre mujeres que han llevado pesadas cargas de violencia.

Estas, sin embargo, son solo algunas de las cientos de historias que este programa se ha encontrado en el camino. Así que, finalmente, también queremos invitarles a que conozcan más de este trabajo en los canales de la oim y usaid. Queremos que sigan siendo parte de esta transformación en los diferentes espacios que wlh ofrecerá en los próximos años, con oportunidades para que cada uno de nosotros, las agencias de cooperación, los medios de comunicación, las empresas privadas, los educadores, líderes, madres y padres de familia, podamos aportar al bienestar de quienes están en el centro de esta conversación: los valerosos sobrevivientes de un conflicto armado que injustamente transformó sus proyectos de vida.

 

 

María de los Ángeles Reyes

Periodista y consultora de comunicaciones de OIM

 

 

 

 

La información publicada en este sitio web no es información oficial del gobierno de Estados Unidos y no representa los puntos de vista o posiciones de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) o del gobierno de los Estados Unidos.

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