Lina Céspedes

Ya sea por un capricho de los dioses, por decisión propia o por azar, las transformaciones se han tejido a lo largo de la historia para castigar, premiar o conjurar el deseo de ser algo más. En esta reflexión se van hilando los mitos grecolatinos, el folclor nórdico y maya, los cómics y las posturas políticas de un filósofo español otrora identificada como mujer. El resultado es una telaraña urdida con los límites porosos del yo y del otro.

Durante el siglo xv, las disputas religiosas en Europa llevaron a la creación del Malleus Maleficarum, un libro leído en su momento como un manual de cacería de brujas para dummies. Visto con la distancia del tiempo, este documento demuestra con su crueldad y machismo cuán inmoral puede ser el “inofensivo” acto de leer.

 Sobre cómo las barbas y los bigotes han persuadido muchedumbres, subrayado la maldad de varios dictadores y enredado las fronteras del género y de las jerarquías militares. Una reflexión sobre el vello y lo bello, y todo lo que crece en el medio.

Recibir las cenizas del padre ausente en medio de una pandemia no es la escena entrañable que una mujer alguna vez imaginó.

Este año, una juez declaró la existencia de una familia “multiespecie” para garantizar que un perro recibiera medicamentos. El caso abrió de nuevo el debate sobre la posibilidad de admitir la personalidad jurídica de los animales, y con ello, concederles derechos como a los humanos.

El ambiguo personaje de Virginia Woolf, que luego de protagonizar media novela como “él” un día se despierta convertido en “ella”, es el punto de partida para reflexionar sobre esas dos casillas que el derecho sigue usando para diferenciarnos: hombre o mujer.

¿Existe propiedad sobre un cadáver? Las almas abandonan los cuerpos y los dejan en un limbo jurídico en el que familiares, forenses y científicos se pelean por su parte del muerto.